
H2o
Misión: Somos jóvenes con virtudes y defectos que buscan conocer más de Dios para agradarle con su vida y ser de bendición en su entorno.
Visión: Vivir el amor de Dios para compartirlo con los que nos rodean.
EL PELIGRO DEL MAESTRO
"Hermanos míos, sería una equivocación el que muchos de vosotros os hicierais maestros, porque debéis daros cuenta de que los que enseñamos estamos expuestos a recibir una condenación más severa."
Santiago 3:1

Los maestros tenían una importancia de primer orden en la Iglesia Primitiva. Siempre que se los menciona, es con honor. En la iglesia de Antioquía se los equipara a los profetas, y juntos mandaron a Pablo y Bernabé a su primer viajes misionero.
Había entonces en la iglesia que estaba en Antioquía, profetas y maestros: Bernabé, Simón el que se llamaba Niger, Lucio de Cirene, Manaén el que se había criado junto con Herodes el tetrarca, y Saulo.
(Hec 13:1 )
En la lista que nos da Pablo de los que tenían un ministerio importante en. la Iglesia se los menciona a continuación de los apóstoles y los profetas:
Y a unos puso Dios en la iglesia, primeramente apóstoles, luego profetas, lo tercero maestros, luego los que hacen milagros, después los que sanan, los que ayudan, los que administran, los que tienen don de lenguas.
(1Co 12:28)
Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros,
(Efe 4:11 )
Los apóstoles y los profetas eran ministerios itinerantes. Su campo era toda la Iglesia; y no se quedaban mucho tiempo en cada congregación. Pero los maestros tenían un ministerio local; estaban adscritos a una congregación,.y su suprema importancia dependía del hecho de que era a ellos a los que correspondía instruir y edificar a los convertidos en las verdades del Evangelio. A ellos les correspondía la responsabilidad decisiva de poner el sello de su fe y conocimientos en los que llegaban a la iglesia. En el Nuevo Testamento mismo tenemos atisbos de maestros que fallaron en su responsabilidad y se convirtieron en falsos maestros. Había maestros que trataban de hacer del Evangelio una especie de judaísmo,. y trataban de introducir la circuncisión y la observancia de la ley del Antiguo Testamento
Por cuanto hemos oído que algunos que han salido de nosotros, a los cuales no dimos orden, os han inquietado con palabras, perturbando vuestras almas, mandando circuncidaros y guardar la ley,
(Hechos 15: 24)

Había maestros que no vivían nada de la verdad que enseñaban, cuya conducta estaba en contradicción con su instrucción y que no hacían más que deshonrar la fe que representaban
Rom 2:17 He aquí, tú tienes el sobrenombre de judío, y te apoyas en la ley, y te glorías en Dios,
Rom 2:18 y conoces su voluntad, e instruido por la ley apruebas lo mejor,
Rom 2:19 y confías en que eres guía de los ciegos, luz de los que están en tinieblas,
Rom 2:20 instructor de los indoctos, maestro de niños, que tienes en la ley la forma de la ciencia y de la verdad.
Rom 2:21 Tú, pues, que enseñas a otro, ¿no te enseñas a ti mismo? Tú que predicas que no se ha de hurtar, ¿hurtas?
Rom 2:22 Tú que dices que no se ha de adulterar, ¿adulteras? Tú que abominas de los ídolos, ¿cometes sacrilegio?
Rom 2:23 Tú que te jactas de la ley, ¿con infracción de la ley deshonras a Dios?
Rom 2:24 Porque como está escrito, el nombre de Dios es blasfemado entre los gentiles por causa de vosotros.
Rom 2:25 Pues en verdad la circuncisión aprovecha, si guardas la ley; pero si eres transgresor de la ley, tu circuncisión viene a ser incircuncisión.
Rom 2:26 Si, pues, el incircunciso guardare las ordenanzas de la ley, ¿no será tenida su incircuncisión como circuncisión?
Rom 2:27 Y el que físicamente es incircunciso, pero guarda perfectamente la ley, te condenará a ti, que con la letra de la ley y con la circuncisión eres transgresor de la ley.
Rom 2:28 Pues no es judío el que lo es exteriormente, ni es la circuncisión la que se hace exteriormente en la carne;
Rom 2:29 sino que es judío el que lo es en lo interior, y la circuncisión es la del corazón, en espíritu, no en letra; la alabanza del cual no viene de los hombres, sino de Dios.
(Rom 2:17-29 ).
Había algunos que trataban de enseñar antes de llegar ellos mismos a saber nada
De las cuales cosas desviándose algunos, se apartaron a vana palabrería,
(1 Timoteo 1:6s)
y otros que no querían más que satisfacer los deseos vanos de la gente
Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias
(2 Timoteo 4:3 ).
Pero, aparte de los falsos maestros, Santiago está convencido de que la enseñanza es una ocupación peligrosa. Su instrumento es la palabra, y su agente, la lengua. Ropes dice que Santiago se preocupa de advertir " la responsabilidad de los maestros y lo peligroso del instrumento que tienen que usar.» El maestro cristiano entraba en posesión de una herencia peligrosa; tomaba el lugar de los rabinos judíos. Hubo muchos rabinos sabios y santos; pero los rabinos recibían un trato que podía arruinar el carácter de cualquiera. Rabí quería decir " mi Grande.» Dondequiera que iba se le trataba con el máximo respeto. Se decía que las obligaciones que se tenían con un rabino excedían a las que se tenían con un padre, porque a los padres se debe la existencia en este mundo, pero a los rabinos en el mundo venidero. Hasta se decía que si fueran apresados por el enemigo

los padres y el maestro de una persona, esta tenía obligación de rescatar en primer lugar a su maestro. Es verdad que a los rabinos no se les permitía recibir dinero por su enseñanza y que se suponía que se ganaba la vida trabajando en su oficio secular; pero se creía igualmente que era especialmente meritorio y piadoso el mantener a un rabino. Era tremendamente fácil para un rabino convertirse en la clase de persona que Jesús describía: un tirano espiritual, un traficante en la piedad, un enamorado de las distinciones y de que se le mostrara un respeto servil en público
Mat 23:4 Porque atan cargas pesadas y difíciles de llevar, y las ponen sobre los hombros de los hombres; pero ellos ni con un dedo quieren moverlas.
Mat 23:5 Antes, hacen todas sus obras para ser vistos por los hombres. Pues ensanchan sus filacterias, y extienden los flecos de sus mantos;
Mat 23:6 y aman los primeros asientos en las cenas, y las primeras sillas en las sinagogas,
Mat 23:7 y las salutaciones en las plazas, y que los hombres los llamen: Rabí, Rabí.
(Mat 23:4-7 ).
Cualquier maestro corría peligro de convertirse en " el Señor Oráculo.» No hay profesión más propensa a general orgullo intelectual y espiritual. Hay dos peligros que deben evitar los maestros. En virtud de su ministerio puede que le corresponda enseñar a los que son más jóvenes de edad o en la fe. Por tanto, debe esforzarse en evitar dos cosas. Debe asegurarse de que está enseñando la verdad y no sus propias opiniones y aun prejuicios. Es fatalmente fácil para un maestro el tergiversar la verdad y enseñar, no la versión de Dios, sino la suya propia. Debe tener mucho cuidado de no contradecir sus enseñanzas con su vida; de no caer en el " Haced lo que yo os digo, pero no lo que yo hago.» Como decían los rabinos judíos: " No el aprendizaje, sino la puesta por obra es la base, y el que multiplica las palabras multiplica el pecado» (Dichos de los padres 1:18). La advertencia de Santiago es que el maestro ha entrado voluntariamente en una posición especial; y está, por tanto, en peligro de una mayor condenación si falla. Las personas a las que Santiago estaba escribiendo codiciaban el prestigio del maestro; Santiago les recuerda su responsabilidad.